sábado, 5 de febrero de 2011

Sobre Mares.

" Quiero mucho a esa chica, pero espero que no vuelva, nunca más"

Quique Gonzalez.


No hay mar donde perderse que no sea eterno ni luces de sombras que amilanen el espíritu valiente de la melancolía. Los fantasmas acuden raudos en pos de los vientos y recuerdan demasiado bien que cada brazada hacia la playa es un esfuerzo demasiado caro.

A menudo nos dejamos llevar y nos arrastramos al destino de Jonás, pero hoy no sera ese día. Somos nosotros los que nos hundimos en los charcos que hacemos mares y, somos idiotas, porque no íbamos a poder salir de un charco, de un mar, que nosotros mismos creamos?


No lo entiendo. O quizás si. Echo de menos mis ganas de. Mis fuerzas de. Pero no tiene nada que ver con un pasado sino con un presente. Quizás es porque llevo muchos días sin verla pero, me da miedo la luz del sol aunque este tapada por nubes. Y me da miedo porque me resulta imposible volver a dar algo que no tengo.

No me quedan balas y mi Magnum esta desequilibrada y hastiada. No valen analogías fálicas, es un hecho que el rotor que percute las silabas y la fuerza interior esta falto de pruebas. No existes y mi imanación no te va a volver a imaginar.


Los críos tienen amigos invisibles, ellos se pueden permitir ese lujo. A esta época uno ya no se puede permitir convivir con un amor invisible investido de persona real.


Paseando por un parque, hace hoy...1 mes y 28 días, me senté en un banco y escribí como era el mundo. El mundo se reducía a ese jardín lleno de gorriones y naranjos, con su torre de S. Andrés bifurcada al fondo y un sol que se escondía brevemente a las 5 de la tarde. A lo lejos unos hippis bailaban cariocas y jugaban con perros y un par de críos jugaban al baloncesto. Lo recuerdo muy bien porque fue en ese momento cuando me di cuenta de que había mas vida ahí fuera que la que había visto durante esta ultima etapa. No era solo apariencia, eran de verdad. Y empecé de nuevo a luchar con la vida aunque por salud tuviese que aplazar ese momento mas de un mes , con ganas aunque sin ilusión, pero esa ya llegará, solo es menester estar en la vía, a la vera del camino, mientras sigo construyendo mi barca.

Porque algún día pienso cruzar este mar que nació charco y que morirá gota.

1 comentario:

  1. Grande Quique.
    Por otra parte,siempre hay mares para buscadores de tesoros y de deseos.

    ResponderEliminar