sábado, 15 de mayo de 2010

La estrella de David no deberia clamar venganza.

La libertad no se gana con un juramento
ni hace libre a un siervo la palabra vacia,
no se conquista el futuro mirando solemne
viejas reliquias del pasado,
ni se ultiman los derechos a base
de las balas y los latigazos.
Solo el espejo de la verdad desentraña
lasvisceras de una afliccion centenaria,
y no el sufrimiento ni la ira ni el dolor,
no es la sangre moneda de cambio
y a este paso este será su unico valor,
un valor que nada vale sino son las lagrimas
de un pueblo que desde su mismo seno
suplica no cometer el error eterno
de acostumbrarse a unos barrotes,
a una celda, a un veneno.

martes, 11 de mayo de 2010

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Estas soñando pero pareces cansada. Despiertas y es tu caida la que te saluda.
No hay piez izquierdos, ni sabanas prohibidas. Hoy no hay mas nubes negras,
las estrellas ya no se apagan. Rescata tu grandeza del pozo en el que llevas sumergida años.
Ahoga las penas en cubatas de lagrimas. Respira el sol, que te queme por dentro.

Hoy no da mas vueltas tu corazon. Lo notas, esta en constante ritmo, latiendo.
Pero ha girado demasiado, y esta desorientado. Es por ese rotor por donde se te estan escapando los sueños.

La vida para quien la vive, quien no lo hace estará constantemente cansado. Y tu, antes, no querias llegar a donde estas.

Recuerdalo.

Coelho.

"Una rosa soñaba día y noche con la compañia de las abejas, pero ninguna acudía a posarse en sus pétalos.

Sin embargo, la flor seguía soñando: durante sus largas noches, imaginaba un cielo en el que volaban muchas abejas, que acudían, cariñosas, a besarla. De ese modo, conseguía resistir hasta el proximo día, cuando volvía a abrirse con la luz del sol.

Una noche, al enterarse de la soledad de la rosa, la luna preguntó:

- ¿No estás cansada de esperar?

- Tal vez, pero necesito seguir luchando.

- ¿Por qué?

- Porque si no me abro, me muero."



Sentirse amado debe de ser lo mas hermoso del cielo.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Porque nunca la palabra compartir fue tan bella como cuando estoy contigo.

Y entiendes que la perfección es solo un respiro entre dos olas, el termino medio de la fragancia mas absoluta,
la verdadera imagen de lo idílico, el respirar famélico de los poderosos que se ahogan en su propio éxito.

Comprendes que, a base de tanto aspirar las volutas de tus sueños, acabas por traicionar tu naturaleza mas propia,
la que es inherente a tus entrañas. Los logros conseguidos son vanales e indecisos, tu ya estabas capacitado para conseguirlos
desde mucho antes que los lograses, eso son meros sometimientos que has urdido con la flagrante explosión de tu intelecto y tu devoción.

No, tu no estas destinado a caer por eso, pero si que corres el peligro de lo novedoso. El peligro de sentir el hambre y la inquina,
la perpleja saciedad del apetito voraz por lo mas extremo, lo mas inviolable y lo mas inalcanzable.
Si, tu, entre todas las personas de este mundo, corres ese riesgo. Y al contrario que a todo el mundo, el saber
que corres este peligro no te ayudará en nada a vencerlo.

No, este enemigo no se gana con la complaciencia, ni con el tesón, ni la audacia ni tan siquiera con la paciencia. Este enemigo no muere hasta que no aprendes a utilizar el perdón.

Hasta que no aprendes a perdonarte a ti mismo el haber conseguido tanto, y sobre tantos cadáveres que has dejado a su propia suerte.

Es cierto, sin embargo, que eso era lo mejor que les podía haber pasado, pero no por ello tus actos dejan de ser delictivos. El mal es el mal,
aunque en tu caso engendrases de ello un bien. No lo lamentes, era tu camino, pero tu enemigo te habrá vencido.
Morirás ciego por tus victorias sin comprender que estas han sido tu propia perdición, morirás lleno de tus logros, si, pero vacío.

Solo el desprenderte de todo una vez conseguido te hará darte cuenta de lo que realmente eres, solo el despreciar todas tus victorias, despojarte de todos esos habitos de ganador que has ido cosechando año tras año, y quedar desnudo, sin nada que tape la vacuidad de tu frágil esqueleto,
solamente despojándote de todo, sabrás lo que es tuyo, lo que forma parte de ti.

No son tus victorias. Lo único tuyo es aquello que has decidido compartir con alguien. Porque al final nacemos solitarios,
y moriremos solitarios si no somos capaces de descubrir el mundo, aunque sea el nuestro propio, y enseñárselo a alguna persona.
Porque nunca la palabra compartir fue tan bella.