Hoy me senté a escribir y llegué a la conclusión de que no podia hacerlo.
No tenia, por un día, nada que decir. Y no seria justo publicar una chorrada sin sentido por el mero echo de que me halla parado a escribirla, con sus acentos y sus ritmos y sus comas y sus bravatas, todas ellas demasiado vanas, porque hoy desperté ( o me dormí) vacío.
Sin olvidar que por la puerta de atrás se escapan las ideas como murmullos, comprender que pinchar corazones para sacar un jugo excelso, a veces, y solo a veces, no vale la pena.
yo también me desperté así
ResponderEliminarun beso
Pues aunque digas que no tienes nada que decir, con esto dices mucho, más de lo que crees. Me encanta el final. Como también me encanta que vayas poniendo más acentos, muy bien, vamos mejorando:P jeje.
ResponderEliminar