Se ilumina la noche y el viento expira,
la soledad pasada en maitines
hace que descubra nuevos silencios
y me de cuenta de nuevas virtudes.
A la hora de las Animas,
de soslayo y con rubor incierto
me persigno y hago cuenta
de todos y cada uno de mis defectos
Es mi pena un camino
donde brotan la calamidad y la senectitud,
me abren paso los parias de este mi mundo,
hoy de nuevo, vuelvo a mi juventud.
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