martes, 11 de mayo de 2010

Coelho.

"Una rosa soñaba día y noche con la compañia de las abejas, pero ninguna acudía a posarse en sus pétalos.

Sin embargo, la flor seguía soñando: durante sus largas noches, imaginaba un cielo en el que volaban muchas abejas, que acudían, cariñosas, a besarla. De ese modo, conseguía resistir hasta el proximo día, cuando volvía a abrirse con la luz del sol.

Una noche, al enterarse de la soledad de la rosa, la luna preguntó:

- ¿No estás cansada de esperar?

- Tal vez, pero necesito seguir luchando.

- ¿Por qué?

- Porque si no me abro, me muero."



Sentirse amado debe de ser lo mas hermoso del cielo.

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