sábado, 18 de junio de 2011

En tercera persona...

Ella estaba allí. Yo la acompañaba, pero en verdad era solo un espectador, y lo sabia. Sin embargo no podia quejarme, quien podría negarse a contemplar un espectaculo. Ningunos ojos se cierran ante la belleza. La veias, paseando entre el color verde intenso y los rayos justicieros de un sol que nunca se venda los ojos, y sentias que estabas dentro de un cuadro de Friedrich, o en un paisaje de Van Gohg. Ella callaba, yo callaba, observabamos la vida pasar, sin tener nada que decir, solo los minutos en una interminable cuenta atrás hacia lo inevitable. De vez en cuando hablabamos, pero la realidad era que no teniamos nada de que hablar. Las miradas, todas las que hubo hasta ese momento, lo habian ya dicho todo. Simplemente me limitaba a estar ahi, para hacerla comprender que, aun abstraida en su vida real, aun podian existir los sueños. Lo normal deberia ser feliz. Por eso no me movia de aquel banco. Por eso vivia todo esto desde tercera persona.

Derepente el guión cambio, los segunderos del reloj llamaron a la conciencia y ella aviso que debia despedirse. Sin lamentaciones ninguna. Era algo que ya sabia. Que ya sabiamos. Y entonces, ocurrió. La escena cambio, entramos en el adagio del movimiento e ibamos in crescendo, porque por primera vez, me permitio dejar de ser espectador. Alzo la mano y me franqueo el paso hacia la escena principal, permitiendo ponerme el traje de protagonista, al menos, por una vez.


Fue un abrazo sin palabras, de aquellos que duran 2, 3, a lo sumo 4 segundos y medio, y sientes que algo ha cambiado. Algo cambia cuando dos manos se unen, cuando notas un cuerpo junto al tuyo, cuando notas su miedo, su tristeza, su emocion. Algo se apodera de ti, miles de ideas cruzando tu mente, cosas que deberias de hacer en ese momento, besarla, atraparla entre tus fuertes manos sabiendo que nunca querrá escapar, que desea abandonarse a la suerte que implique no infringir mas daño, que signifique no cargar con la responsabilidad que entraña la vida. Pero ese momento se agota, y tu lo sabes, y su cuerpo, poco a poco, se desliza de tus brazos, de su cintura, y te abandona porque no moviste ficha, dandole tres tristes besos al aire que existia entre su pelo y su cuello, para volver a ponerte en el sitio en el que debes de estar.

En la butaca de tu cine, donde, de forma ironica, eres el espectador de la vida que nunca llegaras a comerte.

viernes, 17 de junio de 2011

Donde estás

Esta noche he tenido un sueño curioso. Es extraño, apenas he dormido tres horas y creo que podria recordar perfectamente el sueño. Tenia que ver con la pelicula Forrest Gump ( Oye, que se yo, el subconsciente tiene sus misterios) y ahora, pensando y "recordando" recuerdo que tiene mucho que ver con las sensaciones. Dicen que los sueños son asi, ni imagenes ni palabras, son sensaciones. Y la sensacion que mas me ha marcado en este sueño es sintiendo todas las veces que Jenny deja a Forrest. En la universidad, en la guerra, en la vida... no quiero desentrañar ningun final a nadie ( y es delito no haber visto esta pelicula) pero la sensacion era agridulce. Agridulce porque Jenny se va, irremediablemente, por mucho que el quiera retenerla a su lado. Siempre, por siempre.


En el sueño ficticio habia una parte que no existe en la pelicula, recuerdo el echo de estar en una caravana, con su hijo, mirando hacia la trampilla del techo. El hijo le pregunta que qué hay alli, y el le responde que el cielo, donde esta su mamá. Y entonces el crio, que es sorprendentemente listo le dice:

" Papá, cuando sea mayor inventaré la manera de abrir la escotilla de los techos y así siempre podremos hablar con Mamá"

Pues claro que si Forrest, claro que si.

miércoles, 15 de junio de 2011

Hay veces que la vida te pone un beso en la boca

Hay veces que la vida
te pone un beso en los labios y te toca,
y desde entonces comprendes
que no hay mas vida
que seguir besando el aire
que ese beso dejo en tu boca;

emparejando sensaciones
en miradas perdidas,
al despedirse, como cada dia,
como siempre, como nunca.


Este es mi silencio, con él te regalo lo unico que ya no tengo, y con él se quedan vacias tus palabras. Las lleno cada dia con el sabor de los sueños, sabiendo que hay mas miradas que hechos, sabiendo que hay mas ternura allá donde está el precipicio al que no te arriesgas a salir.
Devolverme a la realidad, comprender que no apuestas por mi, comprender que no apostarás, ese es el camino. Pero ya lo conozco. Y me gusta aun menos que tu espantada, por lo que mientras pueda seguire melancolico con tu recuerdo un tiempo más, hasta que las espinas del tiempo y de la vida me obliguen a poner de nuevo los pies en el camino, y convertirme en el "Peregrino" de Cernuda.

sábado, 11 de junio de 2011

lunes, 6 de junio de 2011

Me siento como...

Me siento como cuando el mar te dice "te quiero" ahogándote.

miércoles, 1 de junio de 2011

Y qué me importa sufrir si...

-Te gusta esa chica.

-....Si.

- Vas a sufrir.

- Lo sé.