sábado, 17 de abril de 2010

Olor


Sabes lo que es tener imbuido dentro de ti el olor de una persona? No sale porque sí, no sale con una ducha ni con un perfume ni un desodorante, esta impregnado en tu piel de forma que las pequeñas particulas que lo componen se vuelven tan duraderas como los propios recuerdos. Eso no sale de tu cuerpo hasta que la ducha del olvido se aclimata en tus sentidos. Pero vives con ello, comes con ello y duermes con ese aroma, en tu cuello, en tus brazos, en tus manos. Cada vez que te peinas, te suenas la nariz o te muerdes las uñas ese olor, esa presencia, acude hacia ti, y se convierte en algo inexpugnable. Asume los sentidos de tal manera que solo el cerrar los ojos evoca su presencia, sus latidos se apoyan en tu oido de repente, otra vez, y su sonrisa empieza a anegarte el alma. Vuelves a vivirlo, todo, de nuevo, y así, mil veces más. No puedes evitar que ocurra, porque su olor ya forma parte de ti. Se ha convertido en ti mismo.

Y eso sí que no se olvida.