lunes, 15 de febrero de 2010

De los sueños

No estoy deacuerdo con aquella frase tan famosa de " cuando un sueño muere es porque se ha hecho realidad". No. Es una falacia, una metafora mentirosa como tantas otras de la literatura y el arte en general. Cuando un sueño muere es porque ejecuta el acto de morir, deja de existir en este plano, nadie puede volver a convivir en la misma realidad con los muertos ni estos se hacen realidad porque mueran, quizas si que cobran mas sentido, pero no viven, no. Nunca jamás.

Lo mismo ocurre con los sueños. Solo se vuelven reales cuando se cumplen, no cuando mueren. Y aunque mueran, nunca dejan de existir, son parte de nosotros y de nuestras delincuentes vidas, eternos, como solo lo es la memoria. Por eso nos gusta pasearnos por ese jardin que hemos creado de melancolia y cosas que pudieron ser y nunca fueron, porque tenemos la completa certeza de que en un futuro ya no serán. Y eso es lo que nos anima a pasear por él, porque si por un instante atisbasemos la posibilidad de que volviese a suceder, nos cagaríamos de miedo. Nos temblarian las pelotas ante tal acontecimiento, ante la aterradora vision de volver a pasar por las mismas fases de esparanza/ilusion/miedo. Nos lo plantearíamos con otros nombres, por aquelo de " quizás ahora si..." para volver a pasar por esas mismas fases que al final terminaran provocandonos una ulcera gastroduodenal y un sindrome de animadversión ante todo aquello que intente inmiscuirse en alguna valvula de nuestro corazón coraza.

No maten sus sueños sino quieren vivir el resto de sus vidas perseguidos por fantasmas.

lunes, 8 de febrero de 2010

Lo peor del amor
es que empiezas con la certeza
de que algún día va a acabar,
y su mayor belleza estriba
en el no saber cuando,ni donde,
ni como pasará.
Despertar cada día vigoroso
con sus legañas y sus ojos achicados,
dar paseos románticos aun con la certeza
de que estos fútilmente algún día han de terminar,
esa es la belleza, lo etéreo del momento,
el saber que nos morimos,
que vamos camino de un olvido,
pero, carajo!odiame o quiéreme,
que sepa que estoy jodido, pero vivo.